En el Hospital de Clínicas existe la Sección Endocrinología Ginecológica y Climaterio que pertenece a la División Ginecología, donde las pacientes que sufren molestias con la llegada de la menopausia, pueden concurrir para evacuar dudas sobre este período de la vida y buscar ayuda en aquellos casos que lo requieran.
La doctora Gladys Fernández, médica ginecóloga y jefa de la Sección Endocrinología Ginecológica del Hospital nos explica: “La menopausia es, por definición, la última menstruación en la vida de la mujer y se confirma luego de un año de ausencia menstrual. La misma se produce habitualmente alrededor de los 51 años, aunque se considera que el rango normal es entre los 45 y los 55 años”.
“Existe un período temprano, que corresponde a los primeros años posteriores al cese menstrual, en el cual los ovarios continúan aún produciendo esteroides sexuales -andrógenos, pero no estrógenos- y un período tardío donde no hay producción esteroidea y los ovarios involucionan”, continúa Fernández, quien junto con la doctora Susana Leiderman atienden y dan cuenta de cuáles son las complicaciones a nivel fisiológico que se pueden desarrollar con la menopausia.
Las especialistas del Clínicas sostienen que “en la etapa temprana de la postmenopausia se produce el cese de la capacidad reproductiva y de la producción de estrógenos por los ovarios, lo que origina el ‘Síndrome climatérico’ cuyos signos y síntomas preponderantes son las oleadas de calor y la sudoración profusa”.
Estos síntomas aparecen incluso años antes de la última menstruación de la vida de la mujer y se suelen exacerbar durante la noche, pudiendo asociarse con taquicardia, palpitaciones y alteraciones del sueño. Se observan en aproximadamente el 75% de las mujeres, son de magnitud variada y duran pocos años.
En la etapa tardía de la postmenopausia aparecen los síntomas relacionados al “Síndrome genitourinario de la menopausia” que incluyen la atrofia vaginal, la sequedad, la dispareunia y la urgencia miccional.
Por otra parte, la doctora Leiderman explica que también existe la denominada “menopausia precoz”, actualmente conocida como Insuficiencia ovárica primaria, que ocurre cuando una mujer deja de menstruar antes de los 40 años. Las causas son múltiples y en ocasiones difíciles de diagnosticar. Van desde lo genético, lo inmunológico, los disruptores endocrinos, el uso de drogas quimioterápicas, las radiaciones y otras causas todavía desconocidas.
Esta entidad es patológica ya que se asocia a mayor riesgo cardiovascular y deterioro óseo, por lo que se recomienda el reemplazo hormonal hasta la edad normal de la menopausia, es decir hasta los 51 años.
La menopausia es un evento fisiológico de la vida de la mujer, no es una enfermedad, ni es el comienzo del envejecimiento. En todos los casos, si los síntomas climatéricos son muy leves, se recomiendan medidas higiénico dietéticas como vestirse en capas, evitar comidas calientes y muy especiadas, moderar el alcohol, respetar las horas del sueño y practicar actividad física.
Si los síntomas no mejoran o son de moderada a severa intensidad, pueden indicarse fármacos no hormonales u hormonales, siempre y cuando no haya contraindicaciones para su uso. La doctora Fernández agrega que para aquellas mujeres que únicamente presentan molestias relacionadas al síndrome genitourinario de la menopausia, el tratamiento ideal es el uso de lubricantes y humectantes asociados a estrógenos locales.
La menopausia no es un impedimento para lograr una vida sexual plena: “Es más –aporta Fernández- muchas de las mujeres en esta etapa de la vida disfrutan con más libertad su vida sexual por dejar afuera el fantasma del embarazo. Como médicos de atención de la paciente debemos brindarle todas las herramientas para mantener su salud vaginal y lograr su vida sexual plena”.
En cuanto a las consultas ginecológicas, siempre se aconseja informarse con un profesional de la salud para recibir información de los cambios fisiológicos que se producen en este período de la vida. Si bien no hay una patología específica de la menopausia, la mujer puede estar asombrada por los cambios que transita, como la ausencia menstrual, y esto genera una adaptación.
“Si no puede adaptarse a este cambio, como sucede en cualquier otro período de la vida en que transitan las mujeres, puede requerir apoyo psicoterapéutico”, aclara la profesional.
Este período que tarde o temprano transitan todas las mujeres, puede ser una buena oportunidad para conocer el estado de salud de la paciente, en la edad media de su vida. “A esta edad es necesario realizar medidas de prevención con colonoscopía, laboratorio completo que incluya lípidos y metabolismo de hidratos de carbono y el primer control cardiológico, además de su control ginecológico anual”, sostiene la doctora Leiderman.
En ciertos casos, algunas mujeres tienden a subir de peso, lo que, generalmente, se asocia con la menopausia. Al respecto nos aclara la jefa del servicio: “Muchos años antes de que se instale la menopausia se observa una tendencia al aumento del peso corporal, lo que no depende de la caída de la producción de las hormonas ováricas sino del descenso que se produce con la secreción de la hormona de crecimiento a medida que crecemos. Esta hormona comienza a reducir sus valores a partir de la tercera década de la vida y continúa descendiendo con el avance de los años”, explica Fernández.
Para finalizar, y teniendo en cuenta los cambios y consecuentes adaptaciones que deben pasar las mujeres en determinadas etapas de sus vidas, las profesionales recomiendan: “Siempre le damos a nuestras pacientes recomendaciones, que no sólo serán tener un estilo de vida saludable con dieta sana y actividad física regular, también recalcamos la importancia de estar rodeada de afectos y sobre todo el ‘tener proyectos’.