En la Facultad de Farmacia y Bioquímica, se realizó la presentación de una bioimpresora 3D, la cual fue adquirida con fondos de un subsidio UBACYT otorgados por la Universidad de Buenos Aires y el apoyo de la facultad.
La bioimpresión 3D es una tecnología que utiliza materiales biológicos para la creación y recreación de estructuras tridimensionales. Gracias a estas técnicas, las células y los biomateriales se combinan y depositan, capa por capa, para crear piezas que buscan tener las mismas propiedades que los tejidos vivos.
Un equipo dirigido por el doctor Martín Desimone, profesor Titular de la cátedra de Química Analítica Instrumental de la Facultad de Farmacia y Bioquímica y codirigido por Daniel Olmedo, profesor Titular de la cátedra de Anatomía Patológica de la Facultad de Odontología, llevan adelante un proyecto de Investigación y Desarrollo en Áreas Estratégicas con Impacto Social (PIDAE 2019) en el cual la bioimpresora 3D tendrá un rol de alta importancia.
Los investigadores trabajan en el desarrollo de nuevos biomateriales con distintos polímeros como colágeno, quitosano, alginato, entre otros, cuya ventaja es su alta biocompatibilidad. Las estructuras diseñadas con la bioimpresora se podrán utilizar para investigar, por ejemplo, la regeneración de tejidos en casos de una quemadura, úlcera o para promover la regeneración de tejido óseo.
“Los desafíos serán crear nuevos biomateriales y evaluar la biocompatibilidad, utilizando modelos experimentales in vivo diseñados en la Cátedra de Anatomía Patológica de la FOUBA”, destaca Daniel Olmedo.
Por su parte, Desimone resalta que “la incorporación de la tecnología de bioimpresión 3D nos permitirá desarrollar, de forma rápida y eficaz, estructuras complejas, utilizando biomateriales que integren células vivas, nanomatetiales y/o moléculas terapéuticas, con el objetivo de mejorar los tratamientos actuales de quemaduras o úlceras. También podremos desarrollar materiales que respondan a diferentes estímulos, como temperatura, luz, pH, etc., cambiando su forma o estructura y de esta forma avanzar en la bioimpresión 4D”.
¿Qué es un biopolímero?
Desimone explica que “los biopolímeros son moléculas grandes presentes en los seres vivos. La ventaja de utilizar estos biopolímeros es que son biocompatibles, pero a la vez también permiten utilizarlos para transportar agentes terapéuticos, por ejemplo, antimicrobianos ayudando a evitar las infecciones. Entonces el biomaterial contribuye a regenerar ese tejido y al mismo tiempo evita que se infecte. Con la incorporación de la tecnología de bioimpresión 3D podremos regenerar estructuras tridimensionales con estos biopolímeros e incluir células vivas dentro de estas biotintas”.
Biotintas, un amplio futuro por escribir
“Las biotintas”, cuenta Desimone, “están formadas por polímeros biocompatibles con células, que van a imprimirse en esas estructuras tridimensionales. Esto nos ayudará a estudiar distintos parámetros, estudiar el efecto de distintos fármacos sobre las células o estudiar el efecto de sustancias tóxicas. Esto es mucho mejor que un cultivo en dos dimensiones, ya que permite que las células estén expuestas a esos agentes, de forma tal que se asemeja a un caso real. También podemos incorporar en esas biotintas diferentes agentes terapéuticos y fármacos que serán liberados de forma controlada”.
“Además, podemos incorporar nuestra experiencia de biopolímeros y nanotecnología para desarrollar nuevas biotintas, es decir nuevos biomateriales. El desarrollo de nuevas biotintas es un área que está en gran expansión”, concluye el profesor de la Facultad de Farmacia y Bioquímica.