Apenas comenzó a circular la noticia de que un virus se expandía por el mundo, la UBA se abocó a la lucha contra el SARS-CoV-2. Puso a disposición de la comunidad sus equipos de investigación científica y tecnológica, y comenzó la búsqueda de soluciones en todos los ámbitos en que se necesitó.
La Universidad de Buenos Aires ha demostrado su compromiso con la sociedad argentina en estos dos años de Pandemia, en esta nota te vamos a contar los aportes más importantes fruto del conjunto de conocimiento y experiencia de la Comunidad UBA.
Una vacuna desde la UBA
Uno de los aportes más importantes de la universidad es el que realizó para la vacuna de desarrollo argentino ARGENVAC. Es a la vez el más reciente, y uno de los primeros proyectos en los que se embarcó la UBA al inicio de esta Pandemia.
Se trata de una vacuna de desarrollo nacional de bajo coste que se encuentra en etapa pre-clínica, y está basada en un desarrollo científico de investigadores de la UBA, que incluye producir una proteína del SARS-CoV-2 en levaduras.
Un equipo de investigadoras e investigadores de las Facultades de Ciencias Exactas y Naturales y la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, es el responsable de haber logrado, desde julio de 2020, producir esta proteína llamada RBD a gran escala con la ayuda del hongo microscópico conocido como levadura.
El diseño del principio activo de la vacuna en sí ya se ha logrado, fueron realizadas las pruebas inmunológicas en ratones, y por el éxito de esta etapa, la UBA y CONICET ya han presentado la patente. Lo que sigue es el escalado de la producción para poder ponerla a disposición de la sociedad argentina en 2022.
Evitando muertes y hospitalizaciones
Otro de los grandes logros de la UBA fue el tratamiento para prevenir el ataque inflamatorio de COVID-19, novedoso y único en el mundo. El estudio realizado por especialistas de la Facultad de Medicina, probó ser eficaz y reducir hasta un 81% el riesgo de muerte en pacientes hospitalizados, a la vez que llevó a menos de la mitad las internaciones..
En el estudio se administró una droga normalmente utilizada para corregir la hipertensión, que es el telmisartan. Esta droga se administró a pacientes internados en dosis mucho más altas de las que suelen recibir los hipertensos, y bajo estricto control médico. El resultado fue que se logró contrarrestar el ataque inflamatorio que puede generar la infección del SARS-CoV-2, virus que causa la enfermedad COVID-19.
Desarrollo de insumos
Equipos de investigadores e investigadores de la UBA desarrollaron o participaron en el diseño de diversos tipos de kits de diagnóstico para detectar el SARS-CoV-2. Como el que desarrolló el INQUIMAE diferente a los PCR y los de antígenos, capaz de diferenciar si el virus está activo o inactivado.
El primer test rápido de anticuerpos argentino tuvo la participación de ingenieros de la Facultad de Ingeniería de la UBA, quienes organizaron y pusieron a punto toda la producción, llevándolo a poder producir más de 25.000 por día.
Otro caso es el del kit de diagnóstico serológico multiespecie que sirve para humanos, perros, gatos y caballos, producto del trabajo de investigadoras e investigadores de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. Así como el test rápido que diseñaron científicas y científicos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales junto a colegas de la UNSAM.
A través del proyecto RespirAr, la UBA también aportó el diseño de un respirador, tan necesarios al inicio de la Pandemia, así como un dispositivo para que un mismo respirador pudiese ser utilizado por dos personas, diagramado por expertos de la Facultad de Ingeniería.
Trabajo del personal de la salud
El hospital de Clínicas, una vez más, asumió un papel protagónico e indispensable para ayudar a contener la Pandemia. Fue uno de los primeros hospitales en el país en realizar testeos por PCR para el diagnóstico de COVID-19, mediante técnicas de biología molecular de última generación.
Los mismos se realizaron, y lo siguen haciendo, en el Laboratorio de Inmunología y Virología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, que funciona en el hospital. En el Clínicas, también se iniciaron los tratamientos con el plasma de personas convalecientes, para la infección por SARS –CoV-2.
Frente al malestar psicológico provocado por la situación de pandemia, así como por las medidas de cuarentena obligatoria del inicio, la Facultad de Psicología ha brindado un servicio de atención psicológica gratuito para toda la población.
Los animales no fueron descuidados por la UBA, ya que los profesionales del Hospital Veterinario, de la Facultad de Veterinaria, han atendido y publicado diariamente recomendaciones para el cuidado de las mascotas durante el aislamiento, y la Pandemia.
Desde la Facultad de Agronomía, se han atendido consultas y se brindaron recomendaciones para afrontar nuevas formas de consumo alimenticio, o se han compartido actividades que permitieron sobrellevar situaciones de crisis.
A esto se suman miles de voluntarias y voluntarios que colaboraron reforzando el sistema de salud de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires en campañas de prevención, diagnóstico y vacunación.
Matemáticas y COVID
Otro gran aporte de los científicos de la UBA fue el de matemáticos y expertos en ciencia de datos, que han demostrado ser esenciales en la lucha contra el SARS-CoV-2. Sin los modelos matemáticos y el análisis de datos, los gobernantes no podrían tomar decisiones. Decenas de investigadores de la UBA han volcado todos sus esfuerzos en la lucha contra la Pandemia colaborando con diferentes gobiernos provinciales y municipales.
UBA es extensión
Aparte de poner a disposición de la sociedad toda su capacidad científica, tecnológica y social, la UBA debió adaptarse a una realidad académica que cambió por completo de la noche a la mañana. Realidad que debía respetar la calidad académica para sus 330.000 alumnos, que cursan más de 2000 materias al año.
La UBA es una de las instituciones educativas con mayor cantidad de alumnos del planeta, y se convirtió en la que más alumnos online del mundo tuvo, cuando adaptó sus miles de materias a una cursada virtual o semi presencial, adecuándose a las necesidades epidemiológicas del país.
Educación, investigación, ciencia, tecnología y extensión universitaria hacen grande a la universidad pública, y hoy, más que nunca, distinguen a la Universidad de Buenos Aires en sus 200 años de vida.