En el Mes del Cáncer de Mama, las doctoras de la Unidad de Mastología del Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo”, Valeria Cáceres y María Eugenia Azar, presentan la guía “Hablamos sobre el Cáncer de Mama” que está disponible en https://www.instagram.com/p/CkQfrZuAaaF/?igshid=YmMyMTA2M2Y%3D
El Roffo es la única institución que tiene una unidad funcional de cáncer de mama, con profesionales dedicados exclusivamente a esta problemática.
Anualmente, en el mundo, se diagnostican más de un millón de casos y se producen 400 mil muertes. En Argentina, hay 22 mil casos nuevos y representa la causa más frecuente en tumores. Se prevé que 1 de cada 8 mujeres tendrá la enfermedad. Cáceres explica que se “advierte más cáncer en personas jóvenes. Hoy el 25% tiene menos de 40 años y un 5% son menores de 35 años”.
Las razones de este incremento, argumenta Cáceres, “podrían estar en el diagnóstico precoz, a través del cual se detectan más casos y, también, podría tener respuesta en la teoría de los exposomas que son las cosas a las cuales estamos expuestos, y cada vez más chicos, como son la alimentación y la comida procesada, el alcohol, el tabaquismo, el sobrepeso, el sedentarismo”.
“En un estudio se vio que estos exposomas están vinculados con 14 tipos de tumores, entre los cuales se encuentra el cáncer de mama, cuidando estos factores se mitiga el riesgo, pero no es prevenible”, agrega Cáceres.
La importancia del diagnóstico precoz
El cáncer de mama, en sus primeros estadios es curable en un 95%. Valeria Cáceres cuenta que, a partir de los 40 años, es suficiente realizar un estudio una vez al año. Según estadísticas del Instituto Nacional de Cáncer un 60% de las mujeres argentinas lo hace.
Los implantes mamarios no complican el diagnóstico en una mamografía ya que se usa una técnica especial, la doctora Cáceres cuenta que “sí puede serlo en el caso de un autoexamen pero es importante señalar que en estos casos si se detecta un bulto no estamos hablando de detección precoz”.
Si hablamos de síntomas, Cáceres advierte que “cambios en la coloración de la mama, inflamación en la piel, enrojecimiento, sentir la piel como si fuera una naranja, que el pezón se va para adentro o se produzcan en él derrames de sangre, aparición de un ganglio en la axila son motivos de consulta inmediata”.
Los fibroadenomas, que son benignos, deben ser controlados o extraídos.
El peso de la herencia
Cáceres dice que “del 100% de los tumores hay un 5 a un 8% que son hereditarios siendo importante señalar que si una persona tuvo una madre con cáncer de mama no significa que ella lo vaya a tener”.
Sin embargo, Cáceres agrega que “hay un subgrupo de pacientes con varios cánceres en la familia, o varios cánceres en personas jóvenes o tumores de mama bilaterales que pueden tener un gen por eso es importante que la paciente le comunique al médico los antecedentes familiares y el profesional determinará si es necesario o no, un estudio genético”.
“En el caso del cáncer de mama ante la presencia de este gen, hay un 60% de chances de desarrollar la enfermedad”, concluye.