I Jornada Nacional de Actividad Física y Salud Mental

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que uno de cada cuatro adultos de todo el mundo no realiza la actividad física suficiente: los adultos deben realizar al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada y vigorosa a la semana, y una media de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

La actividad física mejora la salud física, mental y social y el bienestar general, además de ayudar a prevenir enfermedades. Según la OMS, se podrían evitar hasta 5 millones de muertes al año si la población mundial fuera más activa.

El organismo también señala que una de cada cuatro personas en el mundo padece algún tipo de trastorno mental ¿Como puede la actividad física prevenir o paliar este tipo de situaciones? Raúl Barrios, profesor de la Cátedra de Psicología del Deporte de la Facultad de Psicología, asegura que “la actividad física se encuentra estrechamente relacionada con todas las áreas de salud, incluso la salud mental. Con respecto a esta última, los beneficios son múltiples y variados pudiendo favorecer de un modo inmediato, por ejemplo, para aliviar sintomatología ansiosa y para regular el estado de ánimo”. 

“Por otra parte, cuando dicha práctica es sostenida en el tiempo, los beneficios pueden ampliarse, encontrando evidencia asociada a la mejora de síntomas depresivos y la prevención de enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Hay múltiples teorías, complementarias entre sí, que explican el por qué de esta positiva relación entre actividad física y salud mental, destacándose la hipótesis psicológica que sostiene que al realizar ejercicio podemos enfocarnos en una actividad que controlamos y nos aleja de los estresores diarios y, por otra parte, la hipótesis fisiológica que argumenta que la actividad física favorece a la liberación de endorfinas posibilita la percepción de disfrute y bienestar”, argumenta Barrios.

¿Qué pasa en el caso de la depresión? Barrios cuenta que “se encuentra ampliamente documentado, desde la década del 70´, sobre cómo la actividad física puede resultar beneficiosa para reducir síntomas depresivos en cualquiera etapa de la vida e incluso alcanzando resultados similares que podríamos obtener a través de tratamientos psicofarmacológicos y psicoterapéuticos. De modo similar, la actividad física puede resultar como factor preventivo para desarrollar cuadros de depresión”.

Estos cuadros pueden ser muy comunes durante una etapa crucial de nuestras vidas: la adolescencia. En este sentido, Barrios cuenta que, en ese momento, “es donde la actividad física tiende a descender más fuertemente por encima de cualquier otra etapa vital, volviéndose necesario promover actividades que favorezcan su inclusión dentro de las rutinas diarias. Resulta fundamental presentar una variedad de oportunidades para que cada adolescente pueda descubrir cuál tipo de actividad se acopla mejor a sus intereses y objetivos”.

Los efectos de la pandemia

La OMS menciona, entre las actividades físicas más comunes, caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos. Todas ellas, en mayor o menor medida, fueron afectadas por la pandemia ¿Qué secuelas se produjeron? Barrios reflexiona que “las medidas de aislamiento social y preventivo propias de la pandemia implicaron cambios significativos en la actividad física”. 

“Un elevado porcentaje de personas interrumpieron hábitos de salud propios (por ejemplo, caminar para ir al trabajo) lo cual conllevó consecuencias en su salud como alteraciones del sueño y del estado anímico, aumento de consumo de alcohol, entre otras.  Los resultados recientes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sobre el aumento de cuadros de salud mental podrían ser un reflejo de este fenómeno”, destaca.

Barrios dice que desde el fin de las medidas de aislamiento preventivo finalizaron, “gran parte de la población ha podido retomar distintas actividades asociadas las rutinas diarias y específicas de ejercicio físico y deportes. No obstante, ciertos grupos de población, como las propias de la tercera edad han encontrado mayores dificultades”.

Pensar la actividad física desde la Universidad

El sábado 12 de noviembre, de 10 a 15 h, en el Aula Mayor de Avenida Independencia 3065, se realizará la “I Jornada Nacional de Actividad Física y Salud Mental” cuyo Coordinador General será Raúl Barrios mientras que del Comité Científico forman parte, además, los licenciados Javier Villa y Ezequiel Katz.

“La Jornada se enmarca y toma en cuenta el espíritu de la resolución del Consejo Superior en cuanto al compromiso con la promoción y prevención de la salud mental, buscando dar cuenta de la estrecha relación existente entre la actividad física y la salud mental y favorecer que los profesionales promuevan la participación en distintas variedades de actividades físicas entre sus consultantes”, concluye Barrios. 

La Jornada es abierta y gratuita, orientada tanto a profesionales de salud mental como también a todas las personas (profesionales de salud o no) que tuvieran interés en la temática. 

La inscripción cierra el 10 de noviembre.

Más información

https://www.psi.uba.ar/extension.php?var=extension/jornadas_congresos/psicologia_deporte/index.php&id=4153

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