En las últimas décadas, a nivel mundial, se ha evidenciado un interés creciente por la temática del bienestar animal: un área de estudio multidisciplinaria en la que intervienen aspectos científicos, éticos, legales, económicos, políticos, culturales, sociales y religiosos.
Ricardo Ferrari, profesor adjunto de Bienestar Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias, afirma que “hablar de bienestar animal es, primero, una pésima elección de palabra porque deberíamos estar hablando de calidad de vida”.
Pero ¿Qué es exactamente? Ferrari explica que “Donald Broom lo define como el estado de un animal en sus intentos de acoplarse con el medio ambiente y Duncan como todo lo que tiene que ver con aquello que los animales sienten porque sabemos que, desde insectos y moluscos en adelante, los animales tienen las mismas bases nerviosas y hormonales de los sentimientos humanos y tienen estados afectivos que podemos medir”
“Aquello que está en el nudo de la problemática del bienestar animal es cómo tratarlos para que no sufran, cómo no ser crueles. Y ahí, aparecen las cinco libertades, que son criterios, según las cuales el animal debe estar libre de hambre, sed y malnutrición; libre de estrés; libre de disconfort, libre de enfermedad y libre para realizar su comportamiento típico de especie”, agrega Ferrari.
Avances y desafíos
Uno de los principales obstáculos que tiene el avance del bienestar animal es el desconocimiento. Ferrari lo explica claramente: “Todavía hoy tenemos la imagen preindustrial del animal productor: Un argentino promedio cree que el asado viene de una vaca que pasta en el campo y, en realidad, viene del feed lot. Piensan que los huevos vienen del gallinero de la abuela, cuando viven, de a cinco, en jaulas”.
En este sentido, otro punto, es el amor del dueño hacia su animal. Este sentimiento puede llevar a conceptos erróneos. Laura Rial, docente de la cátedra, afirma que “el bienestar del animal no depende de decir lo amo, sino de saber qué implica el amar bien, darle condiciones objetivas, y ahí, desde la comunicación científica tenemos una responsabilidad”.
En este sentido, la Cátedra de Bienestar Animal lleva adelante actividades de extensión. Jimena Magas, docente de la cátedra, cuenta que “las personas que conviven con gatos o perros saben que éstos tienen sentimientos entonces están muy interesados en concurrir a charlas orientativas”
Tradicionalmente, se hacía hincapié en la salud pero no en la felicidad del animal. Nicolás Carmona, docente de Bienestar Animal, reflexiona que “la gente se está dando cuenta que la calidad de vida del animal no depende exclusivamente de lo físico sino, también, del bienestar comportamental. Ahí está el gran cambio”.
Otros obstáculos están en el factor económico y la legislación. Ferrari admite que “pandemia de por medio, es muy complicado decirle a un productor que debe cambiar su esquema por completo”.
“Claramente existen conflictos de intereses. En nuestro Código Civil, el animal es un objeto semoviente: un escritorio que va al baño. La Ley 14.356, referida a maltrato animal, es de 1954 con lo cual quienes velamos por el bienestar animal debemos confrontar con intereses económicos de personas o sociedades que por ley no están obligados”, dice Ferrari.
“Hay excepciones”, aclara Ferrari, “por ejemplo, en las exportaciones a China se exigen protocolos de bienestar animal. Y, en materia de investigación, si no se cumple con las pautas de bienestar, el proyecto no se financia ni se publica”.
Por último, constituye un avance la aceptación completa del concepto “Una Salud” donde la salud humana y la salud animal son interdependientes y están ligadas al bienestar de los ecosistemas en los que existen. Ferrari afirma que “en docencia damos clases en las prácticas profesionales supervisadas en el ciclo superior y en posgrado. En todas las Facultades de Derecho del país, hay cátedras de Derecho Animal. Todas las Facultades que tienen investigación con animales tienen comités de ética, en los Ministerios de la Nación se habla de bienestar animal, es un cambio social que se refleja en las distintas disciplinas”.
Un cambio social imparable
En cuanto a la relación con los animales, estamos asistiendo a un cambio de paradigma. Mangas afirma que “muchas asociaciones y sociedades que rescatan animales y, que luego, los dan en adopción, se interesan mucho en las charlas que damos”. Carmona agrega que “se comprendió que la tenencia responsable implica hacer un estudio ambiental, es decir analizar la relación que tendrá el animal con la familia que lo adopta ¿Cuántas horas se le va a dedicar? ¿Qué se va a hacer con él?”
Finalmente, Ferrari explica que “está ocurriendo un cambio social. Hay países que declararon a los animales objetos sintientes y otros que los declaran personas no humanas y les dan derechos a los animales. Recientemente, fuimos testigos de allanamientos a criaderos de perros. Hay una especie de magma donde todas las ópticas que teníamos de los animales han ido cambiando y se refleja en las Universidades donde todas las Facultades de Derecho tienen derecho animal, todas las de Veterinarias tienen un espacio de bienestar animal y, en las currículas, es contenido transversal”.
Respecto del futuro, Ferrari se entusiasma. “El cambio seguirá permeando hacia las instituciones de la sociedad civil, además el Estado deberá legislar porque las leyes que tenemos son obsoletas. Y, finalmente, al cambiar la óptica se investigarán nuevas temáticas: por ejemplo la homosexualidad en animales está en todos los animales dónde se buscó. En cualquier momento ser animal y tener conciencia serán sinónimos”.