Dos proyectos de la Facultad de Medicina de la UBA fueron seleccionados en el marco del acuerdo entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el Ministerio de Innovación, Ciencia y Tecnología del Estado de Israel. El objetivo es cofinanciar proyectos destinados a investigaciones conjuntas entre equipos de investigación argentinos e israelíes.
Uno de los proyectos está a cargo de María Luján Cuestas del Instituto de Investigaciones en Microbiología y Parasitología Médica junto a Gerardo Byk (Bar-Ilan University). Su objetivo es desarrollar una matriz transportadora de terapia antifúngica eficiente, para su potencial aplicación en el sistema pulmonar de los pacientes con fibrosis quística por inhalación utilizando nanohidrogeles (NHGs) como plataforma nanotecnológica y voriconazol como droga modelo.
El restante es encabezado por Dafne Magali Silberman del Centro de Estudios Farmacologicos y Botanicos además de Deborah Toiber (Ben-Gurion University of the Negev). Aborda el interés de entender los mecanismos moleculares que regulan los procesos de envejecimiento tanto en condiciones fisiológicas como patológicas. El objetivo es caracterizar el perfil transcriptómico y estudiar la función retiniana en un modelo de envejecimiento prematuro, para poder reconocer biomarcadores que permitan diagnosticar enfermedades neurodegenerativas de manera temprana.
Mejorar la vida de pacientes con afecciones pulmonares
Cuestas explica que “las infecciones pulmonares crónicas causadas por patógenos oportunistas afectan a más del 90% de los pacientes con fibrosis quística. Además de la colonización bacteriana, estos pacientes están predispuestos a la colonización fúngica por la capacidad que tienen los hongos ambientales de colonizar el tracto respiratorio inferior y por los frecuentes ciclos de antibióticos que precisan para el control de su enfermedad”
Actualmente, el tratamiento de estas infecciones respiratorias fúngicas se realiza con antimicóticos triazólicos de los cuales no existen formulaciones para su administración pulmonar. Por eso, los investigadores se propusieron desarrollar una matriz transportadora de terapia antifúngica eficiente, sencilla y de bajo costo para su potencial aplicación en el sistema pulmonar de los pacientes con fibrosis quística por inhalación.
“De esta forma, se administra directamente en el pulmón colonizado/infectado y se logra incrementar la concentración local del mismo. Además, la inhalación de nanopartículas ofrece un perfil de liberación controlada del fármaco, prolongando su tiempo de residencia en las vías respiratorias, disminuyendo la dispersión del mismo y los efectos secundarios asociados, además de reducir el número de dosis en los pacientes”, concluye Cuestas.
Mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades neurodegenerativas
El grupo de investigación que encabeza la doctora Silberman busca entender cómo responde la retina a distintos tipos de daño que se dan en condiciones patológicas. “Con el envejecimiento progresivo de la población aumenta significativamente la susceptibilidad de desarrollar diversas enfermedades como la diabetes, enfermedad cardiovascular, cáncer y enfermedades neurodegenerativas”, cuenta.
Los mecanismos moleculares que vinculan el envejecimiento con las enfermedades relacionadas con la edad no se conocen por completo, pero una teoría bien aceptada sugiere que el envejecimiento es el resultado del daño acumulativo del material genético (ADN).
Generalmente, los cambios degenerativos en el cerebro se inician antes de que se manifiesten los síntomas de la enfermedad. Es por ello, que se proponen caracterizar el perfil de expresión genético en la retina en un modelo animal de envejecimiento prematuro a diferentes edades.
Se espera que los resultados obtenidos permitirán evaluar la presencia de marcadores de neurodegeneración en la retina que eventualmente puedan servir para ser detectados por estudios de imágenes no invasivos.
“La relevancia de este proyecto radica en la posibilidad de ampliar el espectro de estrategias disponibles para el diagnóstico y, eventualmente, para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas y beneficiar a toda la población que padece este tipo de enfermedades, así como a su entorno familiar y social”, concluye Silberman.