En Argentina, el camino hacia la transición energética está en la agenda oficial: así lo afirmó recientemente la Secretaría de Energía de la Nación.
En este sentido, una investigación de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) encontró que es posible establecer parques eólicos en casi la mitad del territorio argentino, y que con ubicarlos en los 42.000 km2 con mejores condiciones, un 3% de la superficie nacional, se podría generar tres veces la demanda eléctrica nacional, abriendo las posibilidades de exportación.
Matías Franke, autor del trabajo, explica que, a nivel mundial, en 2019 el 5% de la energía eléctrica provenía de aerogeneradores eólicos pero, en cambio, este valor llegó, en 2021, al 6.54% , lo cual implica que, en dos años, se incrementó más de un tercio de la energía eólica”.
Este dato reviste una gran importancia. Franke lo dice claramente “reemplazar el uso de energía derivada de combustibles fósiles por energías renovables es un elemento estratégico y condición necesaria para el crecimiento y desarrollo sustentable mundial. Se espera que con la crisis que estamos viviendo se incremente la generación de energías renovables”.
La situación local
En Argentina, en 2015, se sancionó la Ley N° 27.191 que modifica e incrementa la meta del consumo de energía eléctrica nacional en base a fuentes renovables al 20% para 2025. En 2016, la resolución 136/2016 instruyó a CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) a realizar la Convocatoria Abierta Nacional e Internacional: Programa RenovAr – Ronda 1 con la intención de fomentar y poder acceder a energías renovables a largo plazo, usando el modelo PPA (Power Purchase Agreement).
Este modelo implica un acuerdo de compraventa de energía limpia a largo plazo desde un activo concreto y a un precio prefijado, en este caso, entre un desarrollador renovable y un comercializador que revende la energía.
El éxito de la convocatoria generó el desarrollo de otras rondas del programa RenovAr. Aunque gran cantidad de los proyectos a ser instalados de las Rondas y resoluciones sucesivas no fueron instalados, y la mayoría no ha comenzado con la obra, el programa RenovAr provocó que la energía eólica se expandiera fuertemente en los últimos años.
Franke afirma que “en 2020, Argentina contaba con 2.624 MW instalados de energía eólica que generaron 9.470 GWh, logrando una participación de aproximadamente el 7% de la energía eléctrica total generada. Hoy en día cuenta con una potencia instalada de 3.292MW generando 12.915,8 gigavatios hora en 2021”.
“Además de generar energía sin liberar excesivos gases de efecto invernadero, contribuyendo al bienestar global, se estima que para 2022 la energía eólica producirá un ahorro para el país de 3.250 millones de dólares en divisas. Cuantos más energía eólica genere Argentina menos dólares se gastarán en comprar energía de otros países. Además, se podría aumentar el contenido nacional de partes de aerogeneradores eólicos, contribuyendo a la industria nacional”, sostiene Franke.
La investigación de la FAUBA
Un factor a tener en cuenta es que la cantidad de energía que se genera en el territorio nacional es poca en comparación al potencial.
Franke cuenta que “Evaluamos las áreas nacionales más aptas para la instalación de parques eólicos. El estudio provee bases sólidas y objetivas que permiten tomar decisiones eficaces que garanticen el mejor aprovechamiento desde una perspectiva productiva, social, económica y ambiental”
¿Cómo lo hicieron? Franke sostiene que “se utilizaron herramientas provistas por Sistema de Información Geográfico (SIG), información geoespacial y análisis multicriterio con el objetivo de identificar las zonas más adecuadas para instalar parques eólicos en Argentina y encontramos que debido a las características que posee el territorio y a pesar de los criterios restrictivos, Argentina presenta un elevado potencial de energía eólica cosechable, sobre todo en el sur del país”
Este no es un dato menor, al contrario. Franke, entusiasmado, señala que Argentina “es uno de los países con más recursos eólicos continentales del mundo, y la posibilidad de que la generación de energía eólica se expanda, es una estrategia de mitigación del cambio climático y de independencia energética”.
“Nuestros resultados demuestran que, en nuestro país, se podría generar energía eólica equivalente al 330% del consumo eléctrico nacional actual. Esto es equivalente a 573.205 GWh/Año destinando 42.236 km2 a producción eólica”, asegura Franke.
Obstáculos a superar
Los resultados obtenidos son alentadores y establecen una base sólida desde la cual se puede planificar un futuro prometedor. Sin embargo, existen problemas estructurales para la expansión de energía eólica en Argentina que deben ser superados.
Franke explica que “el estado actual de las redes de transmisión no alcanzaría, por la sobrecarga que se podría producir, para cumplir con el objetivo de la Ley N° 27.191. A este problema, se suma la inestabilidad macroeconómica que disminuye la confianza de los inversores en el país”.
“Esto implica que si bien la energía eólica en Argentina se está incrementando, para aportar verdaderamente a un bienestar, tanto nacional como global, debería haber estrategias a largo plazo concretas y metas más fuertes”, concluye Franke.