“La planificación previa tanto del colegio como de los padres resulta clave para que, por un lado, los niños no carguen más que el material que van a utilizar en el dia y, por otro lado, el correcto control junto a un especialista traumatólogo para detectar a temprana edad si existen desviaciones en la columna o si estos necesitarán plantillas para corregir su postura”, advierte el profesional.
Sobre las mochilas, el especialista recomienda que el peso no supere el 10 al 15% del peso corporal de acuerdo a la edad, constitución y estado físico de cada uno. Lo ideal es regular la carga haciendo foco en llevar lo indispensable y nada más. “Las mochilas muy pesadas no generan deformidad a corto plazo, pero traen alteraciones musculares que pueden causar dolor. Lo principal es prevenir”, puntualiza Ferrero. Una recomendación práctica es cambiar las mochilas con tiras por las mochilas con ruedas, que reducen las consecuencias a largo plazo.
Respecto a las plantillas y su utilización, “el momento ideal es cuando dejan de usar los pañales porque es cuando adoptan la postura de los pies. Por eso la etapa del jardín a la primaria es el momento de enfatizar las consultas con especialistas, ya que ese es el momento para detectar si existe alguna alteración, como el pie plano o pie cavo, y que se pueda corregir a tiempo”, remarca Ferrero.
Otro tema importante es en qué momento se debe usar la plantilla: “Todo el tiempo, en el colegio, haciendo deporte y en la casa. En el verano, pese a que los niños suelen estar descalzos la mayoría del tiempo, es recomendable reforzar la idea de su utilización. La vida útil de las mismas es de un año aproximadamente, pero suele estar sujeta al crecimiento del pie del niño”.
Asimismo, señala que el uso de la tecnología mal aplicada puede tener una repercusión negativa en el desarrollo de niños y adolescentes: “Lo recomendable es que las pantallas siempre estén a la altura de la vista, ni más arriba ni más abajo, haciendo que tengamos que estar sentados a 90 grados. Ya sean teléfonos, tablets, TVs o computadoras, lo ideal es adoptar esas posturas, ya que existe una tendencia a mirarlas hacia abajo generando posturas viciosas, como tensionar toda la espalda y parte del cuello, lo que se suele conocer como el síndrome de “Tech Neck”, puntualiza el experto y agrega: “En todas las etapas de la vida, una forma de contrarrestar estas posturas es haciendo deporte, en el colegio, como actividad por fuera del mismo, haciendo yoga en caso de los adultos o deportes en caso de los adolescentes”.
Uno de los problemas de salud más comunes en la espalda de los jóvenes es la escoliosis, que es la alteración en la forma de la columna. “El crecimiento alterado de la columna puede traer severas consecuencias a futuro. Lo típico de estas escoliosis es que no tengan dolor, por lo que se detecta prestando atención a la postura y la forma de desarrollo de los adolescentes. Si los padres o maestros detectan que un chico tiene, por ejemplo, un hombro más alto que el otro o permanece con posturas alteradas es tiempo de consultar al traumatólogo”, finaliza Ferrero.
Algunos tips básicos para recordar
– El tiempo recomendable para llevar la mochila es de 15 minutos.
– Usar ambas correas para evitar sobrecargar uno de los hombros. Esto reparte equitativamente el peso. Ideal las mochilas que poseen una tercera correa.
– La mochila ideal es aquella que descansa y se adapta a la curva de las vértebras dorsales y termina por encima de la zona lumbar unos 5 cm, evitando cargar dicha zona.
– Al levantar la mochila, como cualquier otro peso, debe hacerlo flexionando ambas rodillas.
– Es importante llevar en la mochila sólo lo necesario para cada día.