El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires resolvió, por unanimidad, incorporar los bienes naturales a la contabilidad patrimonial de esta Universidad a partir del Ejercicio Económico 2024, hecho inédito en la historia de las Casas de Altos Estudios de nuestro país.
En los considerandos, se define a los recursos naturales como los activos que representan el patrimonio público natural donde el Estado se responsabiliza de su custodia y preservación.
La resolución se enmarca en la decisión, en 2019, de incorporar a los recursos naturales dentro del Marco Conceptual Contable para el Sector Público Nacional adoptada por la Contaduría General de la Nación, proceso del cual participó la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo.
El decano de la Facultad, Ricardo Pahlen Acuña, destacó la importancia de “vincular los temas ambientales a los patrimonios de la Nación, de las provincias, de las ciudades, los municipios y las organizaciones incluyendo a las Universidades porque, en definitiva, se trata de un patrimonio que es de todos y que debemos resguardar pero que es muy difícil hacerlo mientras no esté registrado”.
La contabilidad íntegra
Pahlen Acuña admite que el imaginario popular sitúa al contador público como “lejano a la sociedad” pero, advierte al mismo tiempo, que se trata de una visión errónea y que “todas las profesiones cuyas carreras se cursan en Económicas tienen una fundamental cuota de función social, porque nos debemos a la sociedad de la cual nos nutrimos”
El decano resalta que “si la contabilidad no es íntegra no sirve para la gestión, no es útil. Pensemos a la Economía de un lado y a la Administración del otro y en el medio de ambas a la Contabilidad de manera de lograr una integración y asegurar una buena toma de decisiones”
Estas tomas de decisiones, no abarcan sólo el ámbito privado, sino también lo público donde, para Pahlen Acuña, se juega el “mayor efecto social, para que se reconozca que los activos deben estar registrados de manera de conocer su valor para poder resguardar mejor este patrimonio”.
Concientizar, es la tarea
Recientemente, el Consejo Económico y Social de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CESBA) votó, por unanimidad, a propuesta de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, la presentación de un proyecto en la Legislatura Porteña, con el objeto de lograr la incorporación contable de los recursos naturales al patrimonio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Pahlen Acuña resalta que es imprescindible “convencer, fundamentalmente, a la clase política de la importancia de registrar los bienes naturales y que sea aprobado por ley en las legislaturas provinciales. Yo trato de aportar mi granito de arena en la tarea de concientizar. Por ejemplo, recientemente he viajado a Jujuy para hablar de la importancia de la contabilidad ambiental ante este tema del surgimiento del litio”.
Un cambio trascendente en la formación académica
El decano de Ciencias Económicas reconoce: “Cuando uno habla con los chicos que van a entrar a la Universidad no les parece atractivo, a primera vista, el título de Contador porque desconocen el potencial a nivel social que tiene la carrera, que les permitirá conocer lo que tenemos en nuestro planeta y cuidarlo”.
En este sentido, la Facultad ha modificado su currícula y, a partir del año 2018, la asignatura Contabilidad Social y Ambiental es obligatoria en el plan de estudios de la carrera de Contador Público. Pahlen Acuña resalta la necesidad de formar a los/las futuros/as egresados/as “en este nuevo campo que abre nuevas alternativas para la actividad profesional del contador público, que no tiene por qué saber por completo cómo valorizar tal o cual bien natural, pero es el profesional que deberá registrarlo, y para ello deberá liderar un equipo multidisciplinario con biólogos, especialistas en Ciencias de la Atmósfera, entre otras”, y todo lo que fuera menester.
Pahlen Acuña asegura que “sin investigación ni transferencia de conocimientos, la Universidad es una isla”. El decano de Económicas se muestra orgulloso de que “a través de 30 años de trabajo y diferentes proyectos de investigación, Ubacyt, con un equipo maravilloso, logramos llegar a resultados y conclusiones respecto de la contabilidad y, particularmente, de la contabilidad social y ambiental demostrando que la labor profesional del contador puede, y debe, tener una función social”.
En este caso, la transferencia de conocimientos se vio reflejada, entre otras cosas, en las resoluciones tomadas por el Consejo Superior de la UBA y por la Contaduría General de la Nación además de la publicación reciente de un libro que fue editado, en simultáneo en Argentina, Chile y México. Al respecto, Pahlen Acuña destaca que “el libro está firmado por mí, además de Ana María Campo y Paula D’Onofrio, porque creo en el trabajo colaborativo y en la formación de profesionales que continúen este camino en el futuro”.