Por iniciativa de la International Federation of Head and Neck Oncology Societies (IFHNOS), en 2014, se estableció que cada 27 de Julio se conmemora el Día de los Tumores de Cabeza y Cuello, el sexto más común en el mundo. Además, es el quinto más frecuente en hombres y el décimo en mujeres.
Al respecto, hablamos con el doctor Raúl Giglio, jefe de la UF de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología “Ángel Roffo”.
_¿Cuáles son los objetivos de esta conmemoración?
En primer lugar hacer pública y concientizar a la población sobre la existencia de los tumores de cabeza y cuello. Es muy importante que para prevenir, sepamos de qué estamos hablando. Por ello, también, en este día se desarrollan campañas de difusión de las características y síntomas relacionados con estos tumores para su diagnóstico precoz.
Por último, desarrollar y fomentar la capacitación de todo el equipo de salud para un correcto diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes con tumores de cabeza y cuello.
_La toma de conciencia es algo fundamental…
Es que existe una baja conciencia de la existencia de los tumores de cabeza y cuello en la población general y también en la comunidad médica. Por ello, las campañas de concientización a nivel general utilizando los medios masivos de comunicación y campañas de diagnóstico son una parte importante de este día.
Anualmente se desarrollan, en muchos centros de nuestro país, campañas de detección precoz y concientización promovidas por las universidades nacionales y centros privados que deben ser difundidas para que más personas concurran a ser revisados en forma gratuita por profesionales especializados.
_¿Podría contarnos más acerca de estos tumores?
Los tumores epidermoides de cabeza y cuello se originan en la mucosa de la vía aerodigestiva superior. Las regiones afectadas son la cavidad oral, laringe, hipofaringe, orofaringe, fosas nasales, senos paranasales y nasofaringe. Tienen en común varias características:
. La histología: la mayoría son de estripe escamosa.
. Permanecen en el área de cabeza y cuello por bastante tiempo, lo que permite que los tratamientos locoregionales tengan una gran importancia,
. Son más frecuentes en hombres que en mujeres, aunque actualmente la incidencia en mujeres está aumentando.
Además, tienen en común la etiología, siendo el consumo de tabaco y alcohol las principales causas de la aparición de carcinomas de cabeza y cuello. A ellas se agregan los virus de papiloma humano y del Ebstein Bar que son las causas de los tumores de orofaringe y nasofaringe respectivamente.
_Entonces entre los factores de riesgo se destacan el consumo de tabaco y alcohol…
Epidemiológicamente es importante destacar que otros factores de riesgo se han incorporado. En el caso de los tumores de orofaringe provocados por el virus del papiloma humano, el inicio temprano de las relacione sexuales, un gran número de distintas parejas sexuales, y especialmente la frecuencia alta y el inicio precoz de las relaciones sexuales orales son factores de riesgo para el desarrollo de estos tumores.
_La detección temprana, una vez más, es clave…
La mayoría de los tumores de cabeza y cuello se detectan en estadios loco-regionalmente avanzados y solo un tercio en estadios tempranos. Esto es a pesar de que la inmensa mayoría se pueden diagnosticar con un examen físico del cuello o abriéndole la boca al paciente, especialmente en los de alto riesgo.
El estadio marca el pronóstico, el tipo de tratamiento y la supervivencia de estos tumores. Por ello es crucial encontrarlos en sus etapas tempranas cuando el índice de curación es más alto.
En los estadios tempranos el tratamiento es generalmente unimodal ya sea radioterapia o cirugía. El índice de curaciones es muy alto y puede llegar al 90-95%.
En cambio, en los estadios más avanzados se requiere un enfoque multimodal para el tratamiento que incluye a la cirugía. radioterapia, quimioterapia y recientemente a la inmunoterapia y terapias blanco. Los índices de curación en estos casos son menores.
_¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
Dependiendo de su localización son: una masa en el cuello, disfonía, disfagia, lesiones en la boca o lengua como úlceras, sordera, epistaxis.
Cualquiera de estos síntomas y sobre todo en pacientes de riesgo que persistan por más de 15 a 20 días deben hacer sospechar la presencia de un tumor de cabeza y cuello y debe generar la consulta al médico general, odontólogo o especialista en otorrinolaringología.
La demora en la detección y/o un tratamiento incorrecto generan un retraso que hace que los tumores crezcan y sean más difíciles de tratar.
Por ello sugerimos siempre que, en caso de no contar con los médicos o medios adecuados, el paciente sea derivado a centros de mayor complejidad para su correcto diagnóstico y tratamiento lo antes posible.
Para una mejor elección del tratamiento cada caso particular debe ser discutido en un comité multidisciplinario que incluya a un cirujano de cabeza y cuello, un radioterapeuta y un oncólogo clínico. De la evaluación conjunta y del intercambio de conocimientos se llega habitualmente al mejor diagnóstico y tratamiento y a los mejores resultados en término de supervivencia. Dada la complejidad de cada caso lo mejor es que los pacientes se traten en centros especializados.
_Por último ¿Qué debemos recordar?
Los mensajes más importantes son:
. La única prevención probada es suspender el consumo de alcohol y tabaco y tener relaciones sexuales seguras.
. Cualquier síntoma de los mencionados anteriormente que persista más de 20 días debe gatillar una consulta con un profesional.
. Efectuar una biopsia ante cualquier lesión sospechosa especialmente en la población de riesgo.
. Derivar rápidamente a un centro especializado a los pacientes para un correcto tratamiento.