Premian a investigador de la UBA por sus aportes a la física del espacio

Sergio Dasso y su equipo en la Antártida con el detector de rayos cósmicos.

La Asociación Argentina de Astronomía elige cada dos años al o los investigadores más destacados, dentro de los que llevan ya una carrera aportando descubrimientos y avances a la ciencia. Este 2021 han elegido a los doctores en física Sergio Dasso y Alejandro Córsico.

“Me siento muy complacido por haber recibido este premio, que más allá de ser un reconocimiento a mi persona”, dijo Dasso, “es asimismo un reconocimiento a las líneas de investigación que desarrollo, reconociendo la importancia de la interdisciplina como elemento esencial en la ciencia actual, ya que la física solar-terrestre involucra no solo temas de astronomía, sino también de otras áreas”.

Sergio Dasso estudió física en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, donde se licenció y doctoró, y donde actualmente se desempeña como profesor del Departamento de Física. También allí es director y profesor del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos. Además, investiga en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE UBA-CONICET).

Ya desde la escuela secundaria pensaba de forma científica, ya que diseñó una estrategia para especializarse primero como técnico en computación, base que le ayudaría en la carrera de física, como efectivamente ocurrió.

Pero a la vez, pensaba en poder contar con una salida laboral mientras estudiaba la carrera universitaria, “más allá de la importancia de la gratuidad de la universidad pública en Argentina, uno necesita fondos para poder vivir porque, por ejemplo, mi hija nació cuando yo todavía era estudiante”, contó Dasso.

“Me especialicé en astronomía hacia el final de la carrera de licenciatura de Física. Más que astronomía, me especialicé en Física del Espacio, que es un área interdisciplinaria con fuertes componentes de: Física, Astronomía y Ciencias de la Atmósfera. Luego desarrollé mi doctorado a full en Física Espacial”, relató el científico.

“El reconocimiento recibido a través de este premio también se relaciona con mi actividad en diferentes organismos internacionales”, aclaró Dasso, “como por ejemplo, en el reciente panel que definió el próximo programa de investigaciones en el ámbito de la física solar-terrestre a nivel mundial. Este panel, formado por unas 15 personas de diversos países, fue convocado por SCOSTEP (comité científico de física solar terrestre) y se reunión en Beijing y en Suiza para terminar de definir el programa, que finalmente se denominó PRESTO (https://scostep.org/presto/) y comenzó a funcionar en 2020”.

En la disertación que realizará durante la reunión anual de la Asociación Argentina de Astronomía en octubre, Dasso hablará sobre sus investigaciones y descubrimientos científicos. “En esa disertación, además de incluir mis líneas de investigación y los resultados principales que encontramos con mi equipo de trabajo, presentaré investigaciones relacionadas con las tesis doctorales que dirigí. Algunos de estos estudiantes (ya doctorados) son investigadores del CONICET, y desarrollan sus tareas en diversos ámbitos en el país, como el Servicio Meteorológico Nacional o el Instituto Antártico Argentino”.

Rayos cósmicos

Dasso, junto con su equipo, se han especializado en estudiar algo que es conocido como meteorología del espacio, que intenta estudiar y predecir las tormentas magnéticas provenientes del Sol, que pueden afectar las comunicaciones de todo el planeta, llegando incluso a inutilizar satélites.

El detector de rayos cósmicos fue instalado en la Antártida, al lado de la Base Marambio, en 2019, y está funcionando desde principios de 2020, con una guardia mínima allá del Instituto Antártico Argentino. Los datos son enviados en tiempo real a los investigadores del IAFE, en la UBA, donde son analizados.

Una de las razones por las que se estudian los rayos cósmicos es por su constancia, cada segundo nuestro cuerpo es atravesado por unos 20 de esos rayos. Son tan constantes que cualquier variación en su llegada permite a los científicos predecir lo que ellos llaman el clima del espacio, y así conocer con antelación cuándo y cómo nos afectará una tormenta solar.  (Leer más sobre el tema en “Estudiando rayos cósmicos en la Antártida”.)

“Los rayos cósmicos son partículas muy energéticas que tienen su origen fuera de la Tierra”, nos explicó Dasso. “Pueden ser de origen solar, origen interplanetario (estos son de muy baja energía y solo se pueden observar desde el espacio), origen galáctico (fuera de nuestro sistema solar), o de origen extra-galáctico (provienen de otras galaxias)”.

Detector de rayos cósmicos en la Base Marambio, Antártida.

“Cuando llegan a la Tierra tienen que pasar a través del campo geomagnético, que puede desviarlos o rechazarlos dependiendo de su energía. Y luego, a través de la atmósfera de la Tierra, donde se generan reacciones nucleares y el rayo cósmico ‘primario’ se descompone en muchas otras partículas sub-atómicas, los llamados rayos cósmicos ‘secundarios’ que son los que logran alcanzar la superficie de la Tierra y son los que observamos con nuestro detector”, explicó Dasso.

Científicos conectados

“En esta etapa de mi carrera estoy trabajando en diversas líneas de investigación, entre algunas de ellas, puedo mencionar  la innovación de varios aspectos de nuestro laboratorio Antártico de Meteorología del Espacio, el cual provee datos en tiempo real desde hace más de dos años. Otro tema es el estudio de estructuras magnéticas en el viento solar y de su impacto en las condiciones del geo-espacio y en investigaciones acerca de la influencia de la actividad solar, interplanetaria y atmosférica sobre el flujo de radiación cósmica a nivel del suelo, principalmente en regiones cercanas a los polos del planeta”, contó Dasso.

“Esto implica el desarrollo de instrumentos, de simulaciones numéricas, muchas de ellas con gran demanda numérica”, explicó el científico. “A lo que se le suma el modelado teórico y análisis de observaciones, que incorporen, en su justa medida, diversas leyes físicas en el sistema Sol-Tierra, y encuentre mecanismos dinámicos en sistemas de alta complejidad, incorporando turbulencia en fluidos magnetizados y partículas cósmicas de alta energía”.

La tarea de los investigadores consolidados, como el premio que recibió Sergio Dasso, no termina en la investigación, continúa en el compartir ese conocimiento a través de la docencia, con estudiantes, y con investigadores que recién comienzan. A lo largo de su carrera, Dasso ha colaborado con gran cantidad de ellos, dirigiendo 4 tesis doctorales, ya finalizadas; 5 tesis de licenciatura, también finalizadas; y actualmente, dirigiendo las tesis de 3 investigadores de doctorado, y 2 de licenciatura.

Así es como en el sistema científico funciona, con los investigadores de carrera consolidada como Dasso, brindando su apoyo a los que se inician.

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