“El SUH es una enfermedad caracterizada por la destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica) y la disminución de las plaquetas en la sangre (trombocitopenia), con compromiso de múltiples órganos, en especial los riñones, lo que puede llevar a insuficiencia renal aguda. La causa más común de SUH está asociada con infecciones intestinales causadas por la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC)”, comenta Diego Ripeau Nefrólogo pediátrico del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas (MN 105368).
Esta afección generalmente se desencadena por la ingestión de alimentos o agua contaminados con la bacteria STEC. Esta bacteria produce toxinas que dañan los vasos sanguíneos en los riñones, lo que lleva a la formación de trombos y, en última instancia, al fallo renal. “Si bien los casos y tasas de notificación de SUH en Argentina muestran una tendencia descendente en los últimos años, continúa siendo una enfermedad endémica y nuestro país tiene la mayor incidencia mundial. Es la segunda causa de insuficiencia renal crónica en niños y de trasplantes renales en edades pediátricas, pese a ser una enfermedad prevenible”, resalta el pediatra.
Según el último Boletín Epidemiológico Nacional, se registró un aumento de los casos en las primeras 23 semanas del 2023, con un total de 159 casos, 126 menores de 5 años, verificándose un ligero aumento respecto de los dos años anteriores. Si bien el SUH afecta a 3,4 niños sobre 100.000, el 77% del total de los casos requieren internación. En lo que va del año se registraron 122 casos de internación, 57 de ellos en cuidados intensivos, 27 requirieron de diálisis peritoneal, 20 transfusiones y hubo 3 muertes.
Los alimentos contaminados con STEC incluyen carne poco cocida, leche no pasteurizada, vegetales y frutas sin lavar adecuadamente. “Los niños pequeños, especialmente los menores de 5 años, son los más vulnerables al SUH. Otros factores de riesgo incluyen vivir en áreas rurales, contacto con animales de granja y no seguir buenas prácticas de higiene”, resalta el especialista.
“El síndrome urémico hemolítico generalmente se desarrolla por etapas. Primero, al llegar la bacteria al intestino, produce diarrea intensa, en la mayoría de los casos con sangre, vómitos, dolor abdominal y decaimiento. A los pocos días, es seguido por un cuadro de palidez, debilidad, sensación de fatiga, petequias (manchas rojas en la piel, como puntos), hematomas y disminución de la diuresis (que puede manifestarse por edemas e hipertensión arterial). En casos más graves el SUH puede generar convulsiones, daño neurológico e incluso la muerte por lo que estar atentos a los primeros síntomas resulta importantísimo”, advierte Ripeau.
“No tiene actualmente un tratamiento específico, por lo que él mismo se enfoca en mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos, así como en el manejo de la anemia y la insuficiencia renal” advierte el especialista. En casos severos, puede ser necesario el tratamiento de soporte, como transfusiones de sangre o diálisis para ayudar a los riñones a eliminar los productos de desecho del cuerpo. Es importante acudir de inmediato al médico ante cualquier sospecha de SUH, ya que el tratamiento temprano mejora las posibilidades de recuperación.
Para prevenir estos episodios se recomienda lavarse cuidadosamente las manos después de ir al baño y antes de preparar alimentos. Cocinar adecuadamente la carne, evitando comer carne poco cocida. Consumir leche y productos lácteos pasteurizados, lavar bien frutas y verduras antes de consumirlas. Para cortar alimentos, no uses el mismo cuchillo o superficie (tablas, mesadas) que usaste para cortar carnes crudas sin antes lavarlo bien con agua y detergente.
Por eso, su prevención y la detección temprana son clave para evitar su propagación y proporcionar el tratamiento adecuado para mejorar las posibilidades de recuperación. Es esencial estar informado y tomar medidas de precaución para proteger a los niños y adultos de esta enfermedad potencialmente peligrosa. Si se sospecha de SUH, se debe buscar atención médica de inmediato” concluye el especialista.
Fuente: Comunicación Institucional del Hospital de Clínicas